90 Páginas.
Incluye material inédito: Epílogo, una carta del protagonista en quien está basada la
historia y un prólogo escrito por Judith Gociol.
Tortas fritas de polenta, de Adolfo Bayúgar y Ariel
Martinelli, es “una de héroes”. Pero no es una historieta de fantasía
heroica, ni una de esas de “buenos ni malos”, ni tampoco una reivindicación
nacionalista del tono que tienen la mayor parte de los –por cierto pocos–
cuadritos que se dibujaron y se escribieron en torno a la guerra contra
Inglaterra…
Es un relato desde las vísceras. Sincero, centrado en la
cotidianidad (…) y despojado de cualquier noción de lo políticamente correcto…
Judith Gociol
No puedo menos que felicitar muy efusivamente a Adolfo
Bayúgar por el gran trabajo en primer lugar periodístico. Hay que saber
extraer del entrevistado esa visión extraordinaria de sus vivencias, esa
documentación exacta y precisa. En segundo lugar como historietista: hay que
saber volcar una nota periodística en un excelente docudrama de tanta
intensidad, con una historia tan contenida, tan cotidiana, tan subyugante, y
que deja tanto, pero tanto de sublecturas. Incluso cuenta cosas que no había
leído ni oído en ningún lado, aún. Sin duda alguien la llevará al cine. Luego,
agradezco al héroe Ariel Martinelli, el verdadero combatiente. Uno no
puede menos que agradecer, que es mejor que compadecerse o enojarse. Gracias
por pelear por nosotros, gracias por estar vivo.
Jorge Morhain,
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