Se trata de una
creencia presente en gran parte del continente americano, con variantes en la
historia según la región. En Patagonia se cuenta que existen una gran cantidad
de estos sitios, habitados por seres de las tinieblas. Quien quiera conseguir
el favor de esos seres, debe ingresar a la cueva y hacer frente a representantes
maléficos de la fauna local y vencer sus miedos. Quien lo logre, a cambio de su
alma, podrá pactar y conseguirá todo lo que se proponga en la vida, aunque
deberá pagar las consecuencias tras la muerte. Hay quienes afirman también que
a esas cuevas las regentea el demonio en persona.
En Patagonia se
encuentran parajes que llevan ese nombre, porque justamente allí, enclavadas
entre los recovecos del paisaje, existen de esas cuevas, de las que se cuentan
historias escalofriantes. Los lugareños evitan circular por las inmediaciones.
Muy bueno el cavernaculo!!
ResponderEliminarGracias Tomás. Hay que animársele a un lugar así!
ResponderEliminarviendo los especímenes yo me quedaría afuera! jaja...
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